La Estancia de Los Salaberry, ubicada en la pequeña localidad argentina de Colonia San Emilio y anteriormente conocida como “Estancia Máximo Fernández”, es un lugar en el que muchos han sentido inquietantes presencias. Al parecer el lugar está imbuido en un aura espectral, cosa que no sorprende pues detrás del lugar hay un sombrío secreto que pocos conocen.
Todo comenzó cuando en 1904 la adinerada familia Salaberry le compró a Máximo Fernández su estancia, llenándola de esplendor, colocándole una inmensa pajarera y hasta un zoológico en el cual, a modo de excéntrico lujo, había una pequeña fábrica de hielo junto al lugar donde estaba el oso polar… Como en todo zoológico, también los leones tenían su lugar, y para alimentarlos estaba un hombre mayor al que frecuentemente su pequeña nieta acompañaba, siempre llena de entusiasmo por ver a las bestias enjauladas.
No obstante, cierto día en que el hombre alimentaba a la leona, su nieta se acerca demasiado a la jaula y la fiera le da un zarpazo tan brutal que hace rodar su pequeña cabeza por los suelos, conmocionándolo a él, a los Salaberry y a los indignados moradores de la localidad, de entre los cuales muchos acudieron después al gran día en que la leona —presumiblemente en un estado de debilidad y agotamiento— fue ajusticiada en un duelo contra una poderosa mula…
Hasta allí las cosas parecerían haberse equilibrado; pero la niña, enterrada cerca de la capilla de Máximo Fernández, ha permanecido inquieta y perdida entre las brumas del más allá y el follaje que envuelve los viejos muros de la capilla, puesto que en mayo del 2011 se levantó cierto revuelo después de que una chica entregara al Canal5 una foto en la que se puede apreciar un pequeño rostro fantasmal, asomándose en la Capilla de Máximo Fernández; foto que, según el dictamen de los especialistas, definitivamente no es un montaje… ¿Será entonces la niña decapitada años atrás por la leona? Véanlo en el siguiente reportaje:
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